En un esfuerzo por abordar los desafíos planteados por las masivas acumulaciones de Sargazo en la costa de Puerto Rico, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) ha presentado recientemente su protocolo final de gestión. Una decisión clave en el protocolo es la exclusión formal del uso de Sargazo con fines agrícolas o de consumo humano, incluido el compostaje. Esta decisión, basada en estudios realizados en otros países, destaca la presencia de metales pesados como el arsénico y el cadmio en los suelos fertilizados por el Sargazo.
Ricardo Colón Rivera, asesor técnico de la Oficina de Áreas Naturales Protegidas del DRNA, enfatizó que actualmente el Sargazo solo se considera para usos industriales o como materia prima para otras aplicaciones. Las prácticas como el uso agrícola, la alimentación del ganado o el compostaje están explícitamente desaconsejadas en el nuevo protocolo por razones de seguridad para la salud pública.
El protocolo requiere que si el Sargazo debe ser almacenado antes de su eliminación, esto debe hacerse en una superficie impermeable para evitar lixiviados dañinos. Los materiales recolectados son luego dirigidos a vertederos adecuados para su tratamiento, donde su uso como material de cobertura para otros residuos puede ser alentado.
Además de este cambio crucial en la gestión del Sargazo, el DRNA llevó a cabo recientemente una serie de sesiones de capacitación interna para su personal para implementar efectivamente el nuevo protocolo. Además, pronto se lanzarán directrices para municipios costeros y organizaciones ambientales sin fines de lucro para ayudar a alinearse con estas nuevas directivas.
Si bien el último protocolo de gestión del Sargazo data de 2015, se han realizado revisiones importantes para hacer el nuevo documento más completo y adaptable a los desafíos actuales. Colón Rivera enfatizó que el objetivo es mejorar los esfuerzos de coordinación entre las diferentes regiones.
El nuevo plan de acción, integrado en el protocolo, consta de cuatro pasos clave: preparación, aviso y notificación al DRNA, evaluación y respuesta. Estos pasos tienen como objetivo garantizar una respuesta rápida y coordinada a cualquier acumulación excesiva de Sargazo, al tiempo que permiten la participación activa de ciudadanos y comunidades afectadas.
Mientras el DRNA se esfuerza por abordar el problema del Sargazo, Colón Rivera destacó que el plan de acción está sujeto a ajustes futuros para satisfacer las necesidades cambiantes. También enfatizó la importancia del compromiso continuo de todas las partes interesadas en la gestión de este desafío persistente.
En conclusión, el nuevo protocolo de gestión del Sargazo en Puerto Rico refleja un enfoque proactivo y decidido para abordar este complejo problema ambiental. Al centrarse en el rechazo del uso del Sargazo como fertilizante, el DRNA demuestra su compromiso con la protección de la salud pública y el ecosistema local.